martes, 31 de agosto de 2010

Qué es el amor?


Qué es el amor? Así comienza la redacción de hoy, con una pregunta. Una pregunta que muchas las personas creen saber. Lo que uno sabe acerca del amor es cierto, pero a la vez no. ¿Cómo esto? Es una explicación simple y muy fácil de traducir al idioma del humano. Cada uno vive al amor de maneras diferentes, por lo tanto las personas sólo pueden explicarle a los demás lo que uno mismo siente al enamorarse, lo que uno mismo piensa sobre el amor o como uno mismo vive al amor. Pero esto son sólo sentimientos, pensamientos y vidas propias, vidas que no se viven de la misma forma.
Por lo tanto, cuándo me pregunten "qué es el amor".. les voy a contestar Yo te puedo contar que es lo que pienso acerca del amor, que es lo que siento cuando siento amor y como vivo con el amor. Pero jamás podré decirte que es el amor para vos.

viernes, 13 de agosto de 2010

La vida


La vida. Hay la vida... ¿Qué se puede decir de la vida?. Muchas personas ingratas, por así decirlo, asumen que la vida "es una mierda". A mi parecer no lo es.
Yo pienso que la naturaleza nos da mucho más de lo que nos quita. El tema está en cada uno, en como nosotros sepamos llevar adelante la vida que nos tocó. El simple hecho de vivir ( que no es tan simple, ya que desde el primer momento en que comenzamos a vivir atravesamos 9 meses de etapas llenas de complicaciones tanto afuera como adentro del útero) ya es una puesta a prueba de la naturaleza. La vida es naturaleza. Y como todas las cosas de naturales, tenemos etapas; la primera (fuera del útero materno) es la del nacimiento. Luego le siguen las etapas de aprendizaje que se dan en la niñez, la adolescencia, la adultez y la vejez... y por último llega lo que nadie quiere; la muerte. Muchas veces la muerte llega antes de lo esperado. Muchas veces la muerte le deja su legado a personas que a lo mejor no se lo merecían. Pero no se debe a que la vida sea una mierda sino a que la naturaleza brinda y quita.
Como antes decía... nuestras vidas están en nuestras manos. Hay que saber vivirlas a pleno, saber llevarlas hacia donde nosotros queramos ir. En síntesis, hay que disfrutar de lo que nos toca o no vivir.